El cambio: una oportunidad para crecer

por chamlaty

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Nuestra vida es un río en constante movimiento, ningún día es igual a otro. A veces nos aferramos a una piedra intentando permanecer en el mismo lugar, pero nuestro entorno sigue transformándose.

El cambio es inherente a nuestra vida. Cambiamos internamente, cambia nuestro cuerpo, transformamos nuestras metas, evoluciona nuestra familia, nuestro trabajo nos plantea nuevos retos y demandas.

La experiencia de cambio nos abre la posibilidad de aprendizajes y gratificaciones novedosas, nos genera sentimientos de ilusión y curiosidad. Aún en situaciones de cambio que no dependen de nuestra voluntad y que nos duelen, podemos encontrar insospechadas oportunidades de desarrollo.

Sin embargo, a pesar de los muchos beneficios que se puedan visualizar de una situación de cambio, a la vez, nos genera de una u otra manera ansiedades, las cuales pueden ser difíciles de manejar, particularmente cuando debemos enfrentar cambios drásticos y sorpresivos. Estas ansiedades provienen principalmente del temor a perder lo conocido y vivir experiencias desconocidas. El temor frente a lo desconocido produce en grupos e individuos una resistencia al cambio, que muchas veces obstaculiza de manera importante, un adecuado desarrollo de nuevos proyectos y metas.

Frente a la pérdida de una situación conocida, solemos enfrentar los procesos de cambio pasando por las siguientes etapas:

  • Negación: se nos dificulta creer y aceptar que la situación de cambio esté sucediendo y muchas veces actuamos como si nada estuviera pasando, tenemos la sensación de que nuestros sentimientos están como congelados pues sospechamos que no estamos reaccionando a la situación.
  • Molestia: afloran sentimientos de enojo con la situación o con quienes identificamos como provocadores de la situación de cambio. Nos concentramos en las dimensiones negativas del cambio, se agudizan las resistencias y se nos dificulta realizar los ajustes para adaptarnos a la nueva situación.
  • Aceptación: empezamos a tomar conciencia de que la nueva situación es una realidad ineludible y que a pesar de estar molestos y resistentes debemos enfrentar el cambio. Realizamos un esfuerzo por focalizar consecuencias positivas del cambio.
  • Negociación: Aceptada la nueva situación iniciamos un proceso de generación de alternativas, planteamos, negociamos y ensayamos estrategias para adaptarnos exitosamente a la nueva situación.
  • Aprendizaje: cosechamos aprendizajes para nuestro crecimiento personal y visualizamos las oportunidades que nos ha abierto la situación de cambio.

Una vez que atravesamos lo que parecía un abismo entre la situación anterior y la nueva, los sentimientos de incertidumbre, temor y enojo ceden lugar a la ilusión por construir nuevas rutas. La aceptación y discriminación de nuestros sentimientos frente a las experiencias de cambio, así como el esfuerzo por visualizar las oportunidades que nos abren, son un motor fundamental para una adaptación creativa y satisfactoria a los cambios que nos plantea nuestra vida.

 

Visto en http://www.radiodos.com

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