El elefante amigo.

por chamlaty

En la selva todos los animales le rendían culto al león como su rey. Veían en él una figura fuerte, valiente, fiera y elegante. No les importaba que llevara muchos años gobernándoles.

Sin embargo, algo que todos los animales de la selva no conseguían entender era que, al lado del tenaz león siempre se encontraba un viejo y lento elefante. Cada animal de la selva ardía en deseos de estar al lado del mandatario en lugar del elefante.

El rencor y los celos de los animales fueron gradualmente creciendo. Un día todos los animales decidieron hacer una asamblea para que el león eligiese a un nuevo compañero.

Una vez inició la asamblea, la zorra tomó la palabra:

– Todos pensamos que nuestro rey es increíble, no obstante, coincidimos en que no tiene un buen criterio para escoger amigos. Si hubiese elegido a una compañera astuta, hábil y hermosa como yo, esta asamblea no tendría lugar ni sentido.

Después de la zorra continuó el oso:

– No me cabe en la cabeza cómo nuestro rey, un animal tan imponente, puede tener como amigo a un animal que carece de garras grandes y fuertes como las mías.

Ante los comentarios de los demás, el burro por su parte señaló:

– Yo entiendo perfectamente lo que está pasando. Nuestro rey eligió al elefante como su amigo porque tiene unas orejas grandes como las mías. No me eligió a mí primero porque no tuvo el placer de conocerme antes que al elefante.

Tal fue la preocupación de todos los animales por reconocer sus cualidades sobre las del elefante, que no consiguieron ponerse de acuerdo y jamás lograron entender que el león prefería al elefante por su humildad, sabiduría y modestia.

Moraleja

Siempre solemos juzgar a los demás en base a lo que consideramos correcto. Jamás, o pocas veces, nos ponemos a pensar en lo que los demás analizaron para escoger lo que han escogido.

Esto da lugar a riñas y malentendidos, porque no podemos comprender cómo los demás “se equivocan de tal manera”, y no nos eligen a nosotros.

Es allí cuando comenzamos a comparar. A ver que somos mejores que ellos y que podemos superarlos.

Pero, no comprendemos que los valores por los que los han escogido pueden ser muy diferentes que los que tenemos. El elefante, humilde, desinteresado y paciente, era el mejor amigo del león. Sin ser fuerte, rápido o astuto.

Todas, son virtudes.

 

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