Albarracín #España

por chamlaty

Albarracín es un municipio y localidad español del suroeste de la provincia de Teruel, en la comunidad autónoma de Aragón. Cuenta con una población de 1006 habitantes (INE 2020) . La localidad es Monumento Nacional desde 1961; posee la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes de 1996, y se encuentra propuesta por la Unesco para ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la belleza e importancia de su patrimonio histórico.

Se encuentra situada cerca de la antigua ciudad romana de Lobetum. Los árabes llamaron al lugar Alcartam que se derivaría del antiguo topónimo de Ercávida, pasando a denominarse más tarde como Aben Razin, nombre de una familia bereber de donde se derivaría su nombre actual. Otros opinan que el término «Albarracín» derivaría del celta alb, ‘montaña’, y ragin, ‘viña’, ‘uva’ o del antropónimo Razin.

Sin duda el topónimo procede de Ibn (ben) hijo de Razin (reyes taifas de Albarracín desde la fitna hasta Ibn Mardanís, rey Lobo de Murcia. Es decir, el lugar de los hijos de Razin, aunque hasta el siglo XIX su nombre oficial es Ciudad de Santa María de Albarracín, denominándose en época islámica Santa María de Oriente.

El casco antiguo se encuentra construido sobre las faldas de una montaña, rodeada casi en su totalidad por el río Guadalaviar. Al norte se encuentra la sierra de Albarracín, y al sur los montes Universales. Parte de su término municipal está ocupado por el Paisaje protegido de los Pinares de Rodeno.

En los alrededores nacen los ríos Guadalaviar, Tajo, Júcar, Cabriel y Jiloca.

Su término municipal es, por razones históricas, uno de los más grandes de la provincia de Teruel (sólo superado por el de Alcañiz) y en él se encuentran las localidades de: Albarracín (capital del municipio), El Cañigral, Las Casillas de Bezas, Collado de la Grulla, Valle Cabriel, El Membrillo, San Pedro y Valdevecar.

El pueblo está encaramado en un peñón y rodeado por el Guadalaviar. Por este lado y mirando hacia el río se hallan edificadas las casas colgadas. Dentro del pueblo sus calles son empinadas y estrechas, con rincones muy pintorescos. La construcción ofrece la original arquitectura popular con la forja propia de la provincia además de tener el color rojizo característico llamado rodeno.

La localidad se divide en dos zonas: la parte antigua, la Ciudad, con sus casas colgadas sobre la hoz del río; y el Arrabal, situado en la vega del Guadalaviar.

Albarracín instalada en el interior de un meandro, es una ciudad de tipo espolón dentro de los tipos urbanos esenciales de al-Andalus. La puerta de la ciudad se abre sobre la vertiente menos abrupta donde eventualmente puede desarrollarse un arrabal. El espolón tiene la mayoría de las veces forma alargada, como en Mértola, Cuenca, Ronda o Albarracín y condiciona la extensión de la ciudad. Estamos ante ciudades pequeñas, cuya superficie reducida, sobrepasa raramente las 10 hectáreas. El punto más elevado del lugar soporta un reducto fortificado de extensión modesta, que es en general inferior a 0,5 hectáreas. Vista desde el exterior , la ciudad parece formada por un recinto único en el que una parte del trazado puede estar ausente cuando el relieve la reemplaza, pero el arrabal fortificado sigue siendo excepcional.

Conjunto histórico de Albarracín: su conjunto histórico está declarado como bien de interés cultural con el código RI-53-0000030.12​

Catedral del Salvador: situada junto al castillo, es del siglo XVI con una sola nave y capillas laterales. En su museo hay buenos tapices flamencos historiados con la vida de Gedeón.

Alcázar de Albarracín: ubicado en el casco antiguo, recientemente ha sido restaurado y acondicionado para su visita. Entre 2004 y 2006 se han realizado excavaciones arqueológicas y se han restaurado sus estructuras. Si bien conserva un potente recinto amurallado, su interior alberga un interesante campo arqueológico de época medieval. Fue alcázar andalusí, al convertirse el clan de los Banu-Razin en soberanos de este pequeño reino de taifa en el siglo XI, que dio nombre a la ciudad. Durante los siglos XIII y XIV siguió siendo residencia de los señores de Albarracín, y, tras la conquista aragonesa de la ciudad en 1284, se transformó casi completamente. La fortaleza estuvo ocupada hasta finales del siglo XVI; fue destruida en el siglo xviii tras la Guerra de Sucesión.

Palacio episcopal: se encuentra junto a la catedral. Tiene portada barroca.

Casa Consistorial: se encuentra en la plaza del Ayuntamiento. Es del siglo XVI, con balcones de madera y un corredor corrido sobre el río.

Casa de la Julianeta: casa de construcción popular, se encuentra en el Portal de Molina
Murallas de Albarracín: del siglo xiv, de construcción cristiana.

Torre del Andador, de aparejo musulmán del siglo X y XI, reforzada con un pequeño recinto rectangular.

Torre de doña Blanca, simétrica a la del Andador, se halla en el extremo del espolón.

Torre de la Muela, hoy desaparecida; similar a las del Andador y de doña Blanca, se hallaba al otro lado del río.

Albarracín es un lugar único. Pasear por sus calles, recorrer su muralla y adentrarse en sus monumentos es como hacer un viaje al medievo. Admirarás cada rincón, sus casas de color rojizo, sus puertas y llamadores, sus diminutas ventanas con visillos de encaje o sus balcones corridos en rica forja y de madera tallada.

 

Vamos a darle la vuelta, adelante;


 

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