Quienes pregonan las teorías de abundancia dicen que en el mundo hay para todos, y el que exista la profesión de consultor carcelario en los Estados Unidos parece confirmar esta idea.
Un consultor carcelario es una persona que presta asesoría a personas recientemente sentenciadas a prisión en materia de supervivencia carcelaria, a fin de que se adapten lo antes posible al nuevo entorno en el que vivirán una temporada.
Estos asesores también aconsejan a los abogados de los mejores medios para obtener una sentencia más corta para sus clientes o como hacer para que los ingresen a secciones de menor seguridad y por tanto de menor peligrosidad.
Por supuesto que no cualquiera puede pagar estos servicios, por lo que están destinados a los criminales de cuello blanco, a celebridades y políticos caídos en desgracia e incluso a jefes del narcotráfico.
Los consultores carcelarios por regla general son personas que pasaron tiempo en prisión y que por ello saben y conocen como es la vida tras las rejas y que han hecho de su modo de vida el pasar esos secretos por un precio.
No se trata de una actividad ilegal, pero tampoco una que esté expresamente reconocida por el estado hasta la fecha. Así, no hay colegios ni barras ni asociaciones de consultores carcelarios ni se necesita una licencia, patente ni autorización especial para ejercer. Tampoco necesita un título universitario o un grado máximo de estudios.
Algunos reconocidos clientes de consultores carcelarios han sido Bernard Madoff, en prisión por el fraude financiero más grande de la historia; Martha Stewart, la ama de casa que se convirtió en celebridad vendiendo consejos para ser ama de casa perfecta y que llegó a prisión por defraudación fiscal; Plaxico Burress, el jugador de fútbol americano recientemente liberado y que entró a prisión por portación ilegal de armas de fuego tras torpemente haberse disparado en una pierna en un club nocturno en Nueva York; y Leona Helmsley, quien hizo su fortuna en bienes raíces, llegó a prisión por evasión fiscal y al morir nombró heredero de sus bienes a su amado perro Trouble, quien pasó a mejor vida recientemente.
¿En México habrá quien, una vez caído en desgracia, esté dispuesto a pagar por estos valiosos consejos?
VISTO CON LOS COMPAÑEROS DE www.miabogadoenlinea.net
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