Reloj Monumental de #PACHUCA.

por chamlaty

   campana

 

  La idea de erigir esta obra, surgió a raíz de la conmemoración del primer centenario de la guerra de Independencia, siendo inaugurado el 15 de septiembre de 1910. Construido por los ingenieros Francisco Hernández y Luis Carreón sobre un proyecto del arquitecto Tomás Cordero.

Es una especie de torre de cuatro cuerpos, de estilo neoclásico, con un remate de cobre fabricado en Monterrey, fue construido en cantera blanca, con una altura de 40 metros, ubicado en la Plaza Independencia en el Centro de la Ciudad.

En su cuerpo medio, presenta cuatro hermosas esculturas femeninas de tres metros de altura, labradas en Italia, con mármol de Carrara, cada una de ellas simboliza una etapa importan de la historio patria, cuya fecha aparece en las acróteras de las salientes: 1810, proclamación de la Independencia; 1821, consolidación de nuestra libertad con la consumación de la Independencia; 1857, expedición de la Constitución en el Congreso Constituyente de Querétaro y 1859, triunfo del movimiento de Reforma.

El reloj cuenta con un carillón que es una réplica del Big Ben, instalado en el Parlamento de Londres, Inglaterra.

 

Ubicación

El Reloj Monumental de Pachuca se localiza en el Jardín Independencia, en el centro de la ciudad de Pachuca capital del Estado de Hidalgo.
Su Diseño y Construcción

La Construcción del proyecto estuvo a cargo de los ingenieros Francisco Hernández (Foto) y Luis Carreón sobre el diseño del arquitecto Tomás Cordero y Osio.

Su Maquinaria

La maquinaria es idéntica a la del Big Ben en Londres, pues fue construida por la misma fábrica en Austria.


Sus Campanas

Cuenta con ocho campanas que suenan en clave de ‘Do mayor’ igual que el famosísimo Big Ben de Londres que suenan cada 15 minutos: y a las 6:00 de la tarde se pretendía que entonaran el Himno Nacional Mexicano.

Historia

Con sus más de 100  años de vida activa, el Reloj de Pachuca ha contado los minutos, las horas y las vidas de muchas generaciones de Pachuqueños.

Comúnmente conocido con el nombre de “Reloj de Pachuca”, el Monumento a la Independencia fue construido en el período de tiempo comprendido entre los años 1904 a 1910.

Pachuca es una ciudad cuya historia está íntimamente ligada a su fuente de trabajo, en este caso la minería. A principios del siglo XX esta actividad era muy importante para la comarca.

Desde que en 1552, Rodríguez de Salgado descubrió fortuitamente un yacimiento de plata a flor de tierra, y lo registró ante la autoridad virreinal obteniendo el primer documento comprobatorio de concesión y explotación minera, hasta casi el final del siglo XX, cuando en la etapa privatizadora del Gobierno Federal, Carlos Salinas vendió a particulares la empresa dueña de todas las minas de la región llamada Compañía de Real del Monte y Pachuca, la ciudad dependió económicamente de la minería.

A principios del siglo XX, en Pachuca se trabajaba en las minas con éxito de explotación, y aunque el pueblo no disfrutaba de los beneficios del capital, no obstante lo mucho que rindió nuestra tierra metalífera; tenía sin embargo, constante fuente de trabajo.

En estos momentos las minas eran propiedad de algunos particulares y de la Compañía Norteamericana ASARCO, que las había comprado a los Srs. Escandón y Beistegui, quienes a su vez las adquirieron a mitad del siglo XIX de los ingleses que fracasaron en su intento por explotarlas durante 25 años al inicio del México independiente.

El momento histórico era muy similar al del resto del país. Las nuevas generaciones no aceptaban la política conservadora y excluyente del Gral. Díaz y de diversas formas lidiaban contra el Gobierno. Algunos grupos cívicos, formados por jóvenes y adultos, protestaban por el conservador y antiliberal rumbo que había tomado el régimen porfirista, al grado de ya no conmemorar el 18 de Julio, aniversario de la muerte de Benito Juárez. Se destacó la ciudadanía pachuqueña en su lucha por las aspiraciones democráticas, fruto de una sólida preparación que tenía su origen en el Instituto Científico y Literario del Estado. Hombres como Miguel Bracho, los hermanos Castrejón, Jesús Silva, Ramón Rosales, Alfonso Cravioto y otros más ilustraron el panorama político con calidad y valentía.

Así estaba la situación, por un lado el gobierno presto al halago y hermético ante la diversidad y la crítica y por el otro la nueva sociedad ansiosa de cambios y libertades. En la sede del Gobierno de Hidalgo asentada en el costado oriente de la Plaza Constitución, en enero de 1907 se recibió nota del Secretario de Gobernación, Ramón Corral instruyendo al Gobernador Pedro L. Rodríguez para que levantara en la capital del estado un monumento conmemorativo del centenario de la independencia, decía textualmente: A fin de conmemorar debidamente el Centenario de la Independencia, sírvase iniciar la edificación de una obra digna de tal acontecimiento en ese Estado de la Unión.

El Gobernador Rodríguez había llegado al frente del Ejecutivo por obra y gracia de su compadre el Presidente para sustituir al Gral. Rafael Cravioto Moreno, antiguo defensor de la República a quien después de 25 años de gran cercanía Díaz, había desconocido sustituyéndolo sin explicación del Gobierno Hidalguense que ostentó junto con 2 hermanos desde 1875. Pedro L. Rodríguez tuvo una salida aun más humillante, huyó despavorido cuando los revolucionarios en 1910, en número de 20, tomaron Pachuca escoltados por los aguadores que armaban gran alboroto con sus botes de agua, pero nada más.

A todos les pareció bien levantar un monumento conmemorativo del Centenario de la Independencia de México, que tendría lugar en 1910. El Gobernador Pedro L. Rodríguez aprovechó la circunstancia de que dos años antes, había suspendido una obra en la Plaza Independencia de Pachuca por falta de fondos, se trataba de una especie de pérgola alta para los conciertos de la Banda Sinfónica del Estado, conjunto musical de gran calidad artística que hasta la fecha subsiste.

En junta de notables, convocada por el Gobernador Rodríguez, el Presidente Municipal de Pachuca, Don Alfonso M. Brito, Don Felipe N. Barros, rico minero y los propietarios de las principales minas de la región que constituían el sector empresarial, se llegó a la conclusión de aprovechar la cimentación de la obra suspendida y convocar a un concurso para el diseño y la construcción de un monumento que tendría un reloj público útil para todos.

El concurso lo ganó el Arq. Tomás Cordero y Osio, destacado diseñador del orden neoclásico, el cual estaba en boga en la época. Tomás Cordero se graduó en 1895 en la Escuela Nacional de Bellas Artes y entre sus obras además del Reloj de Pachuca se le conoce también el Salón de Jurados en la Ciudad de México. Ya desde entonces Cordero atendió a la tesis contextualista y se inspiró en la fachada del Banco de Hidalgo que de típico estilo neoclásico había diseñado el Arq. Ernesto Flux sobre el costado poniente de la Plaza, sin saber que estaban determinando el estilo de toda la Plaza que a cien años distancia no tiene otro camino más que atender a las características de estos dos edificios que marcan la pauta arquitectónica del entorno.

Ganado el concurso por el mencionado arquitecto, con una torre de arquitectura clasicista de tres niveles de cantera con un cuarto piso de cobre, de acuerdo a los dictados de ese momento en que el metal empezaba a aparecer limitando y coronando a la piedra labrada en los últimos edificios de cantera en México, se procedió a la construcción del monumento bajo la dirección del Ing. Don Luis Carreón, quien era Director de la Escuela de Minas en la ciudad de México y para la residencia de la obra en Pachuca fue asistido por su alumno el Ing. Francisco Hernández, siendo ambos técnicos quienes hicieron posible la obra. Acentuamos la importancia de la perfección de la construcción que fue hecha con gran exactitud técnica.

Sólo se conocen dos fotografías de la construcción del Reloj de Pachuca. Una muestra el cimiento de la obra, es decir el zócalo o basamento de desplante. La imagen está tomada de la esquina suroeste de la Plaza Independencia. Al fondo las calles de Ocampo y Zaragoza. La otra es aún menos nítida y se ve el monumento a medio construir, en una imagen tomada desde la Casa Rule (actual sede del Ayuntamiento pachuqueño y antigua casa particular del rico minero decimonónico, el inglés John Rule).

Todo el monumento está hecho con piedra del eterno banco de suave cantera blanca de Tezoantla, municipio de Mineral del Monte, por lo que diremos que está hecho con piedra de la región.

La talla de la piedra se realizó a pie de obra y con andamios de madera fueron subiendo una a una las piezas de cantera ya labradas. Hay que recordar al Mtro. Alfonso Arteaga quien encabezó el trabajo de labrado de las piedras y es autor, de las hermosas águilas mexicanas que adornan la parte inferior de las carátulas. Hay que rendir homenaje también a todos los cantereros humildes como Jacinto y Pedro Hernández Baldovino así como Pedro Madrid y otros 25 artistas más que trabajaron con gran destreza en la perfecta fábrica del monumento. Las piedras no fueron pegadas con argamasa de cal o mezcla alguna sino que machi-hembradas previamente fueron pegadas con azufre caliente que es un excelente aglutinador y no deja huella de junta.

El costo de la obra en aquel tiempo, en que los centenarios valían cincuenta pesos, fue de trescientos mil pesos.
El carillón del Reloj era una maravilla de la técnica relojera que tocaba las horas, las medias, los cuartos y el Himno Nacional.

La maquinaria del reloj fue adquirida en la fábrica que fundó en el siglo XIX Edward John Dent. Es similar a la del famoso Big Ben que campea desde la torre del parlamento británico y su sonido es muy parecido.

La maquinaria del reloj al llegar a Pachuca, al parecer en 1907, estuvo primero en el atrio de la Iglesia de la Asunción y luego fue llevado a la casa Rule porque se dijo que el párroco de la iglesia, el Pbro. Rafael León, oriundo de Real del Monte, estaba pensando en subirlo a la fachada del templo, mientras se terminaba el monumento. En su momento fue colocada en la torre monumental por Tomás Zepeda, experto relojero.

Un día antes de cumplirse cien años del grito de independencia el reloj fue inaugurado en medio de una gran fiesta popular.

El 15 de Septiembre de 1910, dos meses antes del estallido de la Revolución Mexicana, a las once de la noche, el último Gobernador porfirista, Pedro L. Rodríguez, inauguró esta gran obra y estrenó el carillón del Reloj que ahora a casi 100 años de distancia sigue funcionando y ha dirigido y acompasado el latir de los corazones de muchos miles de Pachuqueños.

Para la ciudad de Pachuca, la inauguración del Reloj fue un gran acontecimiento, tan importante fue su presencia en la Plaza Independencia, que el centro de la ciudad se trasladó en forma inmediata de la Plaza Constitución a este nuevo emplazamiento. A partir de entonces, la Plaza independencia que anteriormente se denominaba de Las Diligencias, por ser el lugar de donde salían estos transportes para la ciudad de México, se convirtió en el corazón urbano de la ciudad.

 

Escuchemos el HIMNO en este MONUMENTAL RELOJ.

 

Maquinaria del RELOJ y sus campanas;

 

Sin duda gran historia.

Miguel Chamlaty

Con información de http://www.hidalgo.gob.mx/

www.elfiscalista.net

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