CUANDO ESTÉS A PUNTO DE DARTE POR VENCIDO…

por chamlaty

CUANDO ESTÉS A PUNTO DE DARTE POR VENCIDO, ACUÉRDATE DEL “CHAQUIRAS”:
grecorro

En cierta olimpiada, la medalla de oro en la lucha olímpica sería disputada entre un ruso y un mexicano: “el Chaquiras”.

Un día antes de la final, el entrenador del Chaquiras le advierte:

“Este …inche ruso tiene una llave especial, creada por él mismo: la llave “Pretzel”.
Todos a los que se la ha aplicado tuvieron que rendirse….
incluso tuvieron que ser llevados al hospital, porque no hay escapatoria.

Así que, por ningún motivo dejes que te la aplique. ¡Si te agarra con esa llave, ahí termina todo!”

Llegó el día de la gran final, y el encuentro comienza.

El Chaquiras y el ruso dan vueltas y más vueltas, tratando de encontrar el mejor modo de atacarse.

En eso, el ruso ataca y le aplica al Chaquiras la temida llave “Pretzel”… uuaaghh!!! ,

Los comentaristas de TV los asistentes a la gran final, y la multitud que seguía esa medalla de oro tan esperada se decepcionan y el entrenador, que no quiere mirar, se cubre la cara pensando ¡hijo de put…….ya valió madres!

De pronto, el gentío grita, incrédulo, asombrado!!!

El entrenador mira y ve sin poder creerlo que el Chaquiras levanta al …inche ruso y lo arroja con tal fuerza que cae de espaldas sin levantarse mas……
¡Y el Chaquiras gana la medalla de oro!!!

El árbitro lo declara vencedor con la medalla de oro y la multitud de México ruge!!!
Más tarde, en los vestidores, el entrenador del Chaquiras le pregunta:

– “Óyeme cabrón ¿cómo le hiciste para salirte de la llave “Pretzel”?

¡Hasta ahora nadie lo había podido hacer, y menos quitarle lo invicto al …inche ruso!!!”

Y el Chaquiras comenta:

Cuando me aplicó la “Pretzel” ya iba a rendirme. Pero, de pronto, abrí los ojos y veo un par de bolas……y me dije:

¡¡¡son sus …inches huevos!!!

En ese momento, con las últimas fuerzas que me quedaban, estiré mi cuello lo más que pude y mordí ese …inche testículo tan fuerte como pude” y ¡¡¡¡¡¡¡¡uta madre!!!!!!!!!

– “¿Y, entonces?” pregunta el entrenador

– “Sabe una cosa, entrenador:

¡No tiene la menor idea de la fuerza que se adquiere cuando se muerde uno mismo los huevos!!!!»

Moraleja….

pa’ lograr lo imposible…

hay que morderse un huevo.

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